Madrid, el Miami europeo

La debilitada y desprestigiada contrarrevolución de origen cubano ha encontrado caldo de cultivo en la capital española, donde el gobierno autonómico liderado por el derechista Partido Popular (PP) financia, subvenciona y estimula agresiones de todo tipo contra la Revolución en la nación latinoamericana.
En Madrid han sido bienvenidos en los últimos tiempos hasta mercenarios que pagados por Estados Unidos participaron en la frustrada invasión de Playa Girón (Bahía de Cochinos), en 1961, mientras que alguno que otro connotado terrorista buscado por la justicia cubana deambula libremente por esa urbe.
Al mismo tiempo, representantes del ejecutivo madrileño visitan continuamente Miami, y allí incluso han recibido de regalo cuadros pintados por el afamado terrorista Luis Posada Carrilles, conocido como el Bin Laden de América Latina.
Según reiteradas denuncias, el gobierno autonómico de la presidenta Esperanza Aguirre utiliza sumas importantes de dinero provenientes de los contribuyentes españoles para auspiciar a denominadas organizaciones anticastristas, que no son otra cosa que grupúsculos, en su empeño de atacar a Cuba.
Ninguna de esas supuestas agrupaciones, cuyos nombres, claro está, si son rimbombantes, llegan a tener en su seno a más de una decena de miembros, y como es de suponer no gozan de prestigio alguno entre el pueblo español.
Sin embargo todas, aunque pugnadas entre si y con muy escasa capacidad de convocatoria, cuentan también en Madrid con el respaldo de conocidos medios de prensa anticubanos que le sirven una y otra vez de portavoces para difamar y mentir sobre la Isla.
Esos grupúsculos, como el ejecutivo encabezado Aguirre, quien recientemente le deseo la muerte al presidente cubano, Fidel Castro, tienen únicamente como denominador común el dinero, y sus estrechos lazos con las organizaciones terroristas y mafiosas que históricamente operan libremente desde Miami contra la mayor de las Antillas.
Su obstinación es la misma que la del gobierno norteamericano, destronar a toda costa a la Revolución cubana, y a esa porfía desean sumar a los países de la Unión Europea, entre ellos a España.
Patricio Montesinos
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