Diplomático iraní secuestrado y brutalmente torturado por la CIA

"En los primeros quince días de mi secuestro sufrí terroríficas torturas, especialmente la perforación de mis pies con un taladro por parte de los agentes de la CIA", dijo Sharafi al representante de Cruz Roja y al embajador irakí.
Ambos representantes internacionales pudieron comprobar las profundas cicatrices y los órganos torturados del diplomático.
El informe médico efectuado a Sharafi señala que "parte de sus pies fueron perforados con un taladro". Además "presenta fracturas en la nariz y el cuello, profundas heridas en la espalda, hemorragia en los órganos digestivos y daños y desgarros en las orejas".
Estas heridas son fácilmente observables y han sido comprobadas por el representante de la Cruz Roja. Desde su llegada a Teherán el 3 de abril el diplomático fue hospitalizado para recibir cuidados médicos continuos.
Sharafi, segundo secretario de la Embajada iraní en Bagdad, fue secuestrado en el centro de Bagdad el pasado 4 de febrero por varios hombres del 36º batallón del Comando del Ejército colaboracionista, un grupo de elite que trabaja bajo supervisión de las fuerzas estadounidenses.
Tras casi dos meses sin noticias de su paradero, su liberación se produjo la víspera de que el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, anunciase la puesta en libertad de los quince marinos del Reino Unido detenidos por Teherán en el golfo Pérsico "como un regalo al pueblo británico".
"Mientras estaba haciendo compras en una tienda de una de las calles de Bagdad fui secuestrado por agentes que tenían carnés de identidad del Ministerio iraquí de Defensa", explicó Sharafi, y añadió que sus captores le trasladaron, "en uno de los conocidos vehículos (norte)americanos, a un cuartel cerca del aeropuerto de Bagdad".
"Luego fui interrogado por algunos agentes que hablaban árabe y otros que hablaban inglés", recalcó el diplomático y señaló que le preguntaron sobre la influencia iraní en Irak, especialmente la ayuda iraní al gobierno de Bagdad, controlado por los chiíes, y a las milicias activas en el territorio irakí.
"Cuando oyeron mis respuestas sobre las relaciones oficiales de Irán con Irak y las autoridades irakíes comenzaron a torturarme", insistió.
Sharafi, que mostró los signos de tortura en su cuerpo y está recibiendo tratamiento médico en Irán, añadió que se ha enterado de que su puesta en libertad se debió a la continúa presión en este sentido de las autoridades iraquíes.
"Me dejaron cerca del aeropuerto de Bagdad y pude volver a la embajada de Irán con la ayuda de la gente", recalcó.
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