Última hora: vaya par de chulos

Las acusaciones –que no insultos- hechas por Chávez no podían ser hechas sino justamente en una Cumbre donde estuvieran sus compinches. Hay diferencias claras entre una descalificación, un insulto y una acusación. Chávez acusa a Aznar, no le descalifica. La descalificación es un insulto menor. Mientras que la acusación es la imputación de un comportamiento indeseable, execrable o criminal. Zapatero se equivoca al hablar a Chávez como el maestro al alumno. Llamar asesino a Bush y fascista a Aznar se corresponde con la conducta de tales, la de fascistas, nazis y asesinos de dos pueblos asiáticos.
Chávez no ha descalificado a Aznar, como dice Zapatero en su intervención. Le acusa.Y el rey, no da muestras tampoco de tolerancia y diplomacia al mandar callar, en tono audible e imperioso, sin respeto, al primer mandatario de una nación soberana. Esos sí que son comportamiento intolerantes, inoportunos y desmesurados. Esos sí que son exabruptos por parte de los dos fantoches principales de la política española presentes en la reunión americana. A Aznar hay muchas asociaciones que están tratando de que se le juzgue por su complicidades en la guerra de Irak y por apología de la sedición. Si Chávez hubiera denunciado a Aznar ante la justicia de su país por su contribución al golpe de Estado, no hubiera sido ninguna exageración. Ha llamado de todo a Chávez. ¿Quién puede decir, sin caer en la vulgaridad de la diplomacia exangüe, y cuando median tantísimas acciones en contra de un presidente que estaba esperando la ocasión propicia para desahogarse contra semejante desalmado ausente, que aquí, en ese acto, el gran ofensor no ha sido Chávez, sino Zapatero y el rey quienes han descalificado y apabullado a Chávez, mientras babosean con Bush, por ejemplo?
Jaime Richart (Para Kaos en la Red)
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