Chávez y el periodismo español. Más español y menos periodismo que nunca

Según la prensa española (1), las declaraciones de Chávez son “impresentables”, “irritantes insultos y ofensas a España”, “diatribas contra los empresarios españoles”, “desplantes y provocaciones”, “extemporáneos e inaceptables ataques”, etc.
Y para demostrar la prensa española que es todo lo contrario, respetuosa y refinada, no ha dudado en calificar a Chávez de “salvapatrias”, “caudillo”, “golpista” o “matón político”, de utilizar “la más pura línea demagógica y populista”, “tics caudillistas” y “procedimientos bananeros”, de “llevar a sus compatriotas venezolanos” a un “suicidio”, “un golpe de Estado”, etc.
La actuación del Rey, en cambio, se califica en la prensa de “elocuente gesto”, “gesto real”, “calentón”, “espontánea exhortación”, “justificada intervención”, etc. Según El País, al mandar callar a un presidente elegido democráticamente, el Rey “estuvo en su papel”. Para El Mundo, “el Rey puso a Chávez en su sitio en nombre de los españoles”, mientras que el ABC considera que el monarca demostró así su “autoridad moral”.
Entre tanto rigor periodístico también encontramos las clásicas mentiras sobre Venezuela, como que la reforma de la Constitución “otorgará la presidencia perpetua a Chávez”, que los beneficios del petróleo no se destinan “a sus compatriotas”, que Venezuela vive una “grave crisis”, que los estudiantes “se juegan la vida ante matones del régimen chapista” y que debería exigirse “el retorno de la democracia para su país”.
No es lugar aquí de refutar todos estos tópicos de la propaganda antichavista, entre otras cosas porque ya han sido refutados hasta la saciedad. Pero baste apuntar una sencilla reflexión para quien no tenga ganas o interés en comprobar la realidad, ¿por qué los venezolanos siguen votando tan mayoritariamente a Chávez? Han pasado casi nueve años desde que Chávez llegó al poder y su apoyo popular, en repetidas elecciones avaladas por observadores internacionales, ha sido siempre abrumador. ¿Es posible engañar a tantos millones de personas durante tanto tiempo? ¿puede la propaganda llenar los estómagos de los pobres y curar sus enfermedades?
Los medios de comunicación que continuamente atacan con mentiras al gobierno de Venezuela no sólo faltan al respeto a Chávez sino al pueblo venezolano que le eligió, y ponen en evidencia que sus objetivos no tienen nada que ver con el rigor informativo o con la defensa de la democracia y los derechos humanos. No debemos olvidar que hablamos de empresas privadas, que se alimentan de un sistema de poder que les favorece (en perjuicio de las personas), y que, como no puede ser de otro modo, no toleran que un dirigente político quiera acabar con esos privilegios.
Nota:
(1) Editoriales del 11/11/07 de El País, El Mundo, La Vanguardia, El Periódico y ABC
Javier Adler (Para Kaos en la Red)
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